Una solución definitiva para 72 familias, vale decir más de 300 habitantes, implica la firma por parte del Intendente Francisco Huenchumilla del mensaje para la Instalación del Sistema de Agua Potable Rural Chanco-Corte Alto, en la comuna de Pitrufquén. Se trata de una inversión de más de 620  millones de pesos, que debe ser aprobada por el Consejo Regional.

Gracias a estos recursos, los habitantes del sector contarán en el mediano plazo con una obra que dotará con agua potable —además de a las familias— a dos templos, una escuela y dos sedes de actividades comunitarias,  totalizando 77 arranques. De esta manera se da solución al anhelo de los vecinos que en 2002 constituyeron  el Comité de Agua Potable Rural Lolcura Santa Luisa.

Realizada la firma, el Intendente Huenchumilla destacó que el acceso al agua potable es una de las prioridades de su gestión. “Yo he señalado que el agua es uno de los grandes temas pendientes en la Región de La Araucanía. Por eso hemos acelerado el tranco en todos estos proyectos y por eso estamos acá, en este sector de Chanco-Alto, en la comuna de Pitrufquén. He visto gente trabajadora, esforzada, que esperó durante 15 años para la concreción de su proyecto. Vamos a invertir 620 millones de pesos y le vamos a solucionar definitivamente el problema del agua a los vecinos de este sector”, dijo.

El Alcalde de Pitrufquén,  Humberto Catalán, también destacó la firma del mensaje. “Felizmente, cuando nuestro Intendente  llega a la comuna nos trae buenas noticias. Este proyecto que lleva 15 años durmiendo el sueño de los justos, hoy se va a cristalizar a la realidad. Son 70 familias y una inversión de más de 600 millones. Como Alcalde, me siento una persona realizada, porque batallé harto por este proyecto, por el bien de la gente”.

DIRIGENTES

Indudablemente, los más contentos eran los dirigentes y beneficiarios. Así lo expresó Orieta López, secretaria Comité APR. “Estamos muy emocionados, muy contentos. Ha sido una experiencia de muchos años, pero estamos ahora en la etapa que se va a concretar. Todos los socios y la directiva estamos felices, porque el Gobierno considera que el agua es un tema vital. Hemos hecho muchas gestiones, hemos tocados muchas puertas, siempre con la confianza en el directorio y la asamblea”.

Se sumó a sus palabras la vecina  Alicia Ramírez Acuña, quien junto a su marido se retiraba feliz de la ceremonia. “Hace 17 años que compramos nuestra parcela. Igual que todos los vecinos, estamos  en el proyecto desde 2002, esperando el agua potable. El año antepasado se nos secó el pozo e iban los bomberos a dejarnos agua. La dejábamos en tambores, una vez a la semana. Había que cocinar, lavar, bañarse, echarle agüita a los animales, el agua totalmente restringida. Este año volvimos a pasar susto con la tremenda sequía que tuvimos, otra vez restringidos. Ahora estamos felices, vamos a llegar a destapar una botella de champaña a la casa”, concluyó entre risas.